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Javier Marías me ha sorprendido hoy con un artículo "durillo" pero que comparto plenamente. En "Un país demasiado anómalo" se pregunta qué ha pasado para que un colectivo como el de las víctimas del terrorismo se esté convirtiendo en antipático para muchas personas, mostrando actitudes totalitarias y casi delictivas. Pero no os revelo nada más, leedlo si tenéis un minuto porque vale la pena. Cuando estuve en Madrid hace un par de semanas tuve sensaciones bastante parecidas a la que relata, llevándome a permanecer callado ante los comentarios que tuve que escuchar (y a no comprar El País). Mientras engendros como el Sr. Alcaraz sigan campando a sus anchas creo que no vamos bien.
Pues es obvio. Que un colectivo que debería generar la solidaridad, el respeto y el cariño de todos, se esté convirtiendo en un nido de nazis intolerantes es algo que debería hacer reflexionar a todo el país, porque es posible que entre todos estemos haciendo algo muy, muy mal.
"...ser víctima no da la razón..."
Creo que esta frase lo define todo. Es una pena que ellos piensen que, por el hecho de ser víctimas, y solo por ello, tienen derecho a actuar del modo en que lo hacen.
Y lo del PP no tiene nombre. Algún día tendrán que rendir cuentas, y espero que sea en las urnas.
¿Por qué ser víctima (o sentirse víctima, según el caso) es la justificación para tratar mal al resto de la humanidad? tanto a nivel individual como colectivo... pero éste último es más apocalíptico...
Para mí que no es tanto el hecho de ser víctima sino el de aprovecharlo como excusa para intoxicar a la opinión pública con opiniones puramente partidistas.
Su único problema son las urnas, y en una democracia no siempre se pueden comprar votos, con lo que se hacen necesarios el engaño, el insulto, la violencia... y lo que haga falta (incluyendo usar a sus propios muertos) para gobernar de nuevo.
Gran Turuk, tienes más razón que un santo ;) El problema que veo es que parece que los únicos capacitados para la reflexión y para decir que estamos haciendo algo mal somos los progres trasnochados que ladramos por las esquinas... Al otro lado sólo hay pensamiento único.
Cisco, una de las bazas de Bush para ganar las últimas elecciones fue precisamente el repetir hasta la saciedad tres conceptos: Irak, terrorismo y armas de destrucción masiva. La repetición es uno de los factores del aprendizaje, como recoge John Maeda en su libro "Las leyes de la simplicidad". Y la masa no piensa por sí misma.
Cierto Keaton, por ejemplo si se repite lo suficiente la frase “queremos la verdad sobre el 11-M “, siempre habrá gente que se crea que no se ha dicho ya.
En el fondo de todo esta el hecho de que en este país se hizo borrón y cuenta nueva a todo lo ocurrido durante la dictadura; que no se pidió cuentas a nadie de años y años de robo a particulares y expolio del patrimonio nacional; y que ciertas personas que se hicieron inmensamente ricas entonces, utilizan hoy todos sus medios (dinero, industrias, medios de comunicación) para perpetuarse en el poder a si mismos y a sus descendientes, que son los energúmenos de esta nueva generación de fascistas que salen a la calle a reivindicar sus “derechos” sobre el resto de los ciudadanos.
¡Qué fuerte!