Ni que decir que los automóviles tienen mucho que ver con la contaminación atmosférica. Los publicistas lo conocen y saben que el potencial cliente está cada vez más concienciado con el tema (algo tendrá que ver Al Gore) y es por eso que estamos viendo que compañías como Opel, Renault, Saab... ponen mucho más énfasis en las características de sus productos "amables" con el medio (bajo consumo, bajas emisiones de CO2, materiales reciclables), que en las bondades de un potente motor o un encantador diseño (que también). En las recientes campañas publicitarias de las marcas citadas se puede ver claramente el marcado carácter "ecológico" de las mismas.
Es en este contexto cuando se introduce un nuevo factor de confusión: el BIODIESEL (biocarburante líquido obtenido a partir de aceites vegetales), combustible sustituto del PETRODIÉSEL (gasóleo obtenido a partir del petróleo), que se vende como una alternativa a los combustibles fósiles y que, según a quien escuches, es parte de la solución o es un agravamiento del problema que representan los automóviles como atentado al medio.
Lo que está claro es que, como nos dice Daniela Russi, de la UAB "La única forma posible de reducir el uso de combustibles fósiles y el impacto en el medio ambiente es modificar nuestros patrones de consumo". Y lo bueno es que se puede. Según un estudio del Racc, está demostrado que con una conducción responsable y eficiente se puede reducir hasta en un 20% el consumo de combustible y las emisiones a la atmósfera, es por ello que, en el corto plazo, es más eficiente educar a los conductores que utilizar un determinado combustible u otro.
En mi propia experiencia al volante he visto que siguiendo unos simples consejos básicos el descenso del consumo de combustible es más que evidente.
Colabora con el medio. Es sencillo.
Imágen: CONSUMER.es EROSKI
Es en este contexto cuando se introduce un nuevo factor de confusión: el BIODIESEL (biocarburante líquido obtenido a partir de aceites vegetales), combustible sustituto del PETRODIÉSEL (gasóleo obtenido a partir del petróleo), que se vende como una alternativa a los combustibles fósiles y que, según a quien escuches, es parte de la solución o es un agravamiento del problema que representan los automóviles como atentado al medio.
Lo que está claro es que, como nos dice Daniela Russi, de la UAB "La única forma posible de reducir el uso de combustibles fósiles y el impacto en el medio ambiente es modificar nuestros patrones de consumo". Y lo bueno es que se puede. Según un estudio del Racc, está demostrado que con una conducción responsable y eficiente se puede reducir hasta en un 20% el consumo de combustible y las emisiones a la atmósfera, es por ello que, en el corto plazo, es más eficiente educar a los conductores que utilizar un determinado combustible u otro.
En mi propia experiencia al volante he visto que siguiendo unos simples consejos básicos el descenso del consumo de combustible es más que evidente.
Colabora con el medio. Es sencillo.
Imágen: CONSUMER.es EROSKI
Cénit, enhorabuena por la entrada.
Este post es muy adecuado para un peligro al volante, como yo...
Digamos que todos los conductores somos un peligro para el medio ambiente y algunos sois (reconocido por vosotros mismos) un peligro para el ambiente entero.