Sadam Husein condenado a morir ahorcado

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Otro día triste para la Humanidad. La venganza, una vez más, vence a la justicia.

Sadam Husein ha sido juzgado por la masacre de 148 chiíes en Dujail, al norte de Bagdad, en 1982, tras un intento de acabar con su persona (Europa Press). El juicio no ha reunido las condiciones mínimas para garantizar la imparcialidad ni la justicia, ha habido presiones por parte del ejecutivo iraquí, han muerto asesinados dos de los abogados defensores y uno de los presidentes del tribunal dimitió ante las presiones.

Sadam Husein es un monstruo despreciable que aún tiene pendientes cuentas mayores (recordemos la matanza de los 180.000 kurdos, por citar la más grande), pero él tiene derecho a un juicio justo, y sus víctimas también (Terra-EP sobre declaraciones de AI).

Y es terrible que prevalezca la pena de muerte en un país sumido en el caos y la violencia. Y que sea su primer ministro, Nouri al Maliki, el que explícitamente la haya solicitado. Demos más argumentos a unos y a otros y que la violencia engendre más violencia, muerte y destrucción. ¿Hasta cuándo? Comentábamos hace unos días la visión de los pecados capitales de Gandhi, y vuelvo a repetir una vez más (y las que haga falta) que no hay caminos para la paz, la paz es el camino.

Pero es voz del que predica en el desierto... ¿Tanto nos cuesta asumir la "Declaración universal de los derechos humanos"?

En su artículo 7 dice:
Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación.
¿Entendemos lo que significa la palabra "todos"? Lo dudo mucho. Y no hace falta irse a Irak para verlo.

Comments (2)

Ningún estado-gobierno debe tener derecho a asesinar legalmente a un ciudadano.

Los recursos del estado son mayores y sus errores siempre serán mayores, si el estado mata ya no puede subsanar sus errores.

AH! y de S.H. no le deseo la muerte pero mejor que siga en la carcel como ejemplo durante TODA su vida.

Es la primera vez en mi vida que me he leído la declaración de los derechos humanos. Estoy sorprendidísimo.