Belchite, el pueblo viejo, es un documento vivo que nos recuerda lo que es una guerra. En 1937, en medio de la Guerra Civil*, fue bombardeado y reducido a escombros. Fue abandonado y sus restos han perdurado hasta el día de hoy. Un paseo por sus calles es como un viaje virtual al día después del horror, un museo al aire libre que da fe de los desastres que nos trajo tanta violencia.
Hace ahora un par de años lo visitamos, y nos sorprendió el estado de abandono en el que lo encontramos. Esperábamos como mínimo un centro de interpretación, un cierto cuidado del lugar. Y más teniendo en cuenta que se estaba creando un entorno museístico tan importante como el de la Batalla del Ebro (COMEBE, Consorci Memorial dels Espais de la Batalla del Ebre). El próximo sábado vamos a volver a visitar Belchite. Ya os contaremos.
Podéis ver algunas de las fotos que hicimos en esta cuenta de Flickr.
*Si entráis en este artículo de la Wikipedia, veréis que su contenido está en discusión, como no podía ser de otra forma...
Hace ahora un par de años lo visitamos, y nos sorprendió el estado de abandono en el que lo encontramos. Esperábamos como mínimo un centro de interpretación, un cierto cuidado del lugar. Y más teniendo en cuenta que se estaba creando un entorno museístico tan importante como el de la Batalla del Ebro (COMEBE, Consorci Memorial dels Espais de la Batalla del Ebre). El próximo sábado vamos a volver a visitar Belchite. Ya os contaremos.
Podéis ver algunas de las fotos que hicimos en esta cuenta de Flickr.
*Si entráis en este artículo de la Wikipedia, veréis que su contenido está en discusión, como no podía ser de otra forma...
Yo fui hace un porrón de años con unos amigos que decían que había fantasmas en el pueblo. Grabamos un montón de horas de ruido y decían que se oían las voces de los muertos... Lo cierto es que los únicos fantasmas éramos nosotros.
Ya se sabe, tanta cerveza nunca puede ser buena ;)
Yo fui hace un año. Hice cientos de fotos en un día que, aparte de gélido, tenía una luz fantástica.
Es un auténtico pueblo fantasma. Yo también esperé encontrar algo más, información o lo que fuera, pero no había nada. Incluso las vallas que restringían el paso a las zonas más peligrosas estaban tiradas al suelo... así que no había más remedio que meterse por esas zonas.
Las marcas de metralla grabadas en los muros se me quedaron grabadas a mí también.