Anoche me perseguía un elefante rosa. Sí, rosa. Sí, un elefante. Y no podía dejar de ver su trompa amenazante, rosa. Cada vez estaba más cerca, más cerca.
Al decir en voz alta “me persigue un elefante rosa”, mi compañero de almohada me pregunta “¿seguro que no tomas drogas?”. Respuesta obvia: "No, no tomo drogas. Únicamente me persigue un elefante rosa con su trompa rosa". Y me dice: “no te preocupes, los ratones podrán con él”. “¿Los ratones?”, pregunto alucinada ante desmedida respuesta. Lo digo, porque tales ratones son dos peluches en forma de ratón (por cierto, muy suaves) y del tamaño de una mano que nos trajeron los Reyes Magos. Mi respuesta: “¿cómo quieres que dos ratones puedan con un elefante? Son peluches!!!” Respuesta: “son mágicos”. En fin, no tengo palabras.
Ante semejante valiente ayuda y comprobar que el mencionado elefante rosa seguía persiguiéndome, tuve que buscar una estrategia coherente y resolutiva para acabar con el problema, el miedo, y así poder dormir tranquilamente (últimamente tengo pesadillas, ¿será que no me baño?).
Mi única solución fue convertir al elefante rosa en una confortable alfombra rosa, de consideradas dimensiones. Ahora ya no me perseguía el elefante rosa. Pero para acabar con los posibles ataques, ya que podría resultar una alfombra voladora con poderes estranguladores-asfixiantes... acabé convirtiendo a ésta en un chupa-chups de fresa-crema y que terminé comiéndome.
Así sí que se puede acabar con la persecución de un elefante rosa. Y no con dos ratones de peluche!!!
Y me dicen si yo me drogo...
No es un sueño, que conste. Son cosas que le pueden pasar a cualquiera ¿no?
Dulces sueños.
Al decir en voz alta “me persigue un elefante rosa”, mi compañero de almohada me pregunta “¿seguro que no tomas drogas?”. Respuesta obvia: "No, no tomo drogas. Únicamente me persigue un elefante rosa con su trompa rosa". Y me dice: “no te preocupes, los ratones podrán con él”. “¿Los ratones?”, pregunto alucinada ante desmedida respuesta. Lo digo, porque tales ratones son dos peluches en forma de ratón (por cierto, muy suaves) y del tamaño de una mano que nos trajeron los Reyes Magos. Mi respuesta: “¿cómo quieres que dos ratones puedan con un elefante? Son peluches!!!” Respuesta: “son mágicos”. En fin, no tengo palabras.
Ante semejante valiente ayuda y comprobar que el mencionado elefante rosa seguía persiguiéndome, tuve que buscar una estrategia coherente y resolutiva para acabar con el problema, el miedo, y así poder dormir tranquilamente (últimamente tengo pesadillas, ¿será que no me baño?).
Mi única solución fue convertir al elefante rosa en una confortable alfombra rosa, de consideradas dimensiones. Ahora ya no me perseguía el elefante rosa. Pero para acabar con los posibles ataques, ya que podría resultar una alfombra voladora con poderes estranguladores-asfixiantes... acabé convirtiendo a ésta en un chupa-chups de fresa-crema y que terminé comiéndome.
Así sí que se puede acabar con la persecución de un elefante rosa. Y no con dos ratones de peluche!!!
Y me dicen si yo me drogo...
No es un sueño, que conste. Son cosas que le pueden pasar a cualquiera ¿no?
Dulces sueños.
Por cierto, tengo un testigo. Se llama Wilfredo (un pato lila, de peluche).
Efectivamente, eso le puede pasar a cualquiera. A mí mismo, el otro día, dos ratones ciegos me roían las uñas de los pies. Para ahuyentarlos no se me ocurrió otra cosa que liberar al dragón azul que escondo tras la repisa. Por supuesto funcionó. Y QUE CONSTE QUE TAMPOCO ME DROGO.
Por cierto, te recomiendo el blog de Noemí.
Creo que la tal Noemí cena lo mismo que vosotros, dando por sentado que ninguno de los tres debe su estado semi-consciente-alucinógeno al uso de drogas.
De lo mejor de Noemí el post dedicado al programa Windows , aunque en los comments reconoce que usa Mac.
Parece que los peluches no son dignos soldados, pero sí testigos ¿o será por el color?
Sigo pensando que las ratas peluches eran un arma infalible... pero dado el campo de batalla (la imaginación d Bubu) no me atrevo a dicutir.
No es nada extraordinario, yo me encuentro a menudo con un tigre albino al que decidí ya en su día llamarle Cejo, por que el pobrecico sólo tenía una ceja, eso sí, de oreja a oreja.
... bueno, en realidad lo que me pasa por las noches es que me transformo y en vez de publicar como Cejo, lo hago como Marta.
El otro día me dijeron que era cosa de genes. Pero, visto el panorama, debe de haber algo en el ambiente y que afecta a unos pocos, ¿afortunados? Bubu se siente afortunada, si no fuese por estos momentos de lucidez acabaría loca-loca.
Vaya, vaya... Otro skiz.o y sin saberlo...
No subestiméis el poder de los peluches… Los peluches, por sus características especiales y únicas, son susceptibles de proclamarse los nuevos herederos del planeta Tierra o de los apartamentos espaciales en la Luna. Existen multitud de evidencias al respecto que, junto con las del calentamiento global y la existencia de formas de vida aniquiladas en Marte por los experimentos espaciales, nos auguran un futuro nada esperanzador.
Hay científicos que afirman que no podemos desaparecer porque siempre estaremos bajo la protección de El Monolito, pero es posible que éste ya haya comprobado la posible inteligencia superior de esta nueva especie y decida no darle otra oportunidad a la humanidad. Por otra parte, rigurosos estudios realizados desde el ámbito de la paraciencia sostienen que la reencarnación está en disposición de salvar a nuestras desterradas almas metiéndolas en los nuevos y compactos contenedores de bola de pelo aterciopelada: sería la reenpelación. Con p.
La superioridad de los peluches está poniendo en jaque a la comunidad científica, y no es para menos. A pesar de parecer tiernos y delicados, tienen una estructura molecular especial que les atorga un extraordinario aguante físico en las situaciones límite. Se ha contabilizado que siempre hay uno o varios supervivientes peluche entre los escombros de un desastre natural o guerra nuclear. Al mismo tiempo, se ha comprobado una resistencia inusitada a contraer enfermedades. Médicos de todo el mundo observan atónitos como los peluches de un niño con gripe campan a sus anchas por su cama sin necesidad de medicamentos ni bolsas de agua fría que bajen un posible estado febril. Y las evidencias pueden ser aún más demoledoras en el momento en el que se estudie a fondo el potencial de su capacidad de camuflaje, imitando a la perfección el cuerpo de mamíferos, anfibios e insectos, que los pueden proteger de los posibles depredadores existentes en su, de momento, hábitat doméstico.
Pero a pesar de la evidencia científica, cualquiera podría dudar de la persistencia en el tiempo de una sociedad formada por peluches y gobernada por peluches. Numerosos sociólogos se han apresurado a lanzar hipótesis sobre las sociedades peluchiles, y han llegado a afirmar que los peluches podrían ser indestructibles, debido a su natural unión y amorosa convivencia. En ellos sí que se cumple la famosa consigna “haz el amor y no la guerra”, y por este hecho se consideran tan evolucionados como los bobonos. De la misma manera, no existiría el concepto de pelufobia, pues no habría discriminaciones sociales en una sociedad tan heterogénea en cuanto a formas, colores, tamaños… La posibilidad de la no necesidad de crear un Gran Peluche al cual venerar y adorar dentro de estas sociedades peluchiles está creando una verdadera escisión dentro de las actuales religiones monoteístas, y la reacción desde sus respectivos centros neurálgicos promete ser devastadora.
Parece ser que estamos abocados de manera ineludible a nuestra extinción y a que otra especie superior tome el testigo. Ante este panorama desolador para el ser humano, nos tendremos que preguntar qué hemos hecho mal y si aún estamos a tiempo de corregirlo. ¿Aún estamos a tiempo de salvarnos?
Sólo puedo decir que yo no me drogo, lo que hagan los demás...
Poco miedo skiz.o porque en vista de la experiencia de Bubu, a los peluches podría haberles salido un predador: los elefantes rosas con sus trompas rosas.
Y es que la naturaleza es muy sabia y siempre tiende al equilibrio (al contrario que la mente humana).
¡Vivan los peluches!
El comentario de skiz.o merece un post.
¡Bubu! ¿ahora te pasas al lado de los peluches!
En fin, qué rápido cambian de opinión algunos.
Gracias skiz.o creía que estaba solo con los peluches. Tengo algunas fotos que demuestran tu teoría.
¡Queremos ver esas fotos!
Portavoz Peluchil
A mí me gustan los peluches rosas...
... son tan tiernos, tan sabrosos, ... con su salsita rosa.
Cejo: ya tardabas.
Que aproveche.
Cénit, veo que te han dejao mu mejorao después del lifting ese que te han hecho, qué eslabón se ha perdido la susodicha evolución, ahora sólo nos queda la Carmen Sevilla y la Sara Montiel.
Que conste que nunca he estado en contra de los peluches. Os recuerdo que mi testigo es un peluche. Únicamente tengo una certeza, no hay ningún peluche conocido que pueda hacer frente a los elefantes rosas. Si se os pone delante un elefante rosa...
... me lo zampo.
Sí, hay un peluche, de momento desconocido, pero que espera su momento de gloria, que puede hacer frente a los temibles Elefantes Rosas. Y ese es el Osito Rosa, más conocido en el mundo de las bandas peluchiles como Ozito Pink.
Ozito Pink
... también me lo zampo.
Imposible. Ozito Pink es indestructible porque en realidad es Ozito Punk (God save Bear Queen!). Tiene un mecanismo de defensa basado en unas crestas afiladas y puntiagudas como agujas de Hellraiser, que se activan al encontrarse en un medio hostil, por ejemplo, entre jugos gástricos.
¡OS DROGÁIS TODOS!
¿Qué virus extraño habéis contraído en los dos días que me he ausentado de los asuntos blogueriles?
Atención hermanos y hermanas peluches_habituales, axl ha descubierto que hemos suplantado a los sospechosos.
Procede su eliminación.
A menos que sea en realidad ... ¡un elefante rosa!
¡Socorrooo Ozito Punk! ¡Solo tú puedes salvarnos ahora!
Al Ataquerlll...!!!!
Ozito Punk
¡Terrorífica transformación! (hasta tiene cara de malo).
¿Le diste de comer después de medianoche?
... ahora está más sabrooooso, con sus púas y ese hacha de doble filo, ummmmmm...
... por cierto, no tengo jugos gástricos, sólo me lo zampo...
... como lo de Jonás y la ballena, pero en versión moderna.
He localizado al elefante rosa, creo que podré capturar su imagen. Únicamente su imagen. El contenido me lo bebí.
Empiezo a entender...
¿TODOS BEBÉIS LO MISMO?
Hace tiempo que en las comunidades peluchiles se conoce al extracto de Elefante Rosa por sus propiedades alucinógenas... así que los cazamos y lo exprimimos para drogarnos y viajar, viajar...
Por eso tenemos esa mirada perdida, interte... vemos tantas cosas...
Zozito
En mi infancia tuve un elefante de peluche, pero naranja. Creo que todavía debe de estar por casa.
Un reno de Helsinki (de los de verdad!!!!)
Oddie, el perro de Garfield con esa expresión en la cara como de Mariano Rajoy.
Garfield mismo.
Vaca enseñando mollitas(de vaca y pollo).
Una ardilla.
El osito polar de la cocacola.
Otro osito pequeño de no se sabe dónde.
Un osito con gorro de papa noel.
Un teletubbie rojo.
Un Kenny (vivo. Oh my God!)
El cienpiés de colores.
El koala que duerme conmigo (no sé qué pasa, cuando me descuido lo tengo encima!).
La araña pelusa.
El cuervo (nevermore) colgado de la llave del armario de la ropa.
La oveja irlandesa "born free but now expensive".
El baby furby parlanchín (sin pilas, por si acaso arranca con un discurso sindicalista de los suyos)
...
Todos ellos están de acuerdo: de todos los elefantes de peluche posibles no han visto nunca un elefante rosa peluche... eso es incompatible.